La fiebre aftosa es una enfermedad vírica muy contagiosa que afecta a bovinos, ovinos, porcinos y caprinos. Los principales síntomas de la enfermedad son fiebres altas, úlceras o aftas en la boca y erosiones de vesículas y flictenas en las pezuñas y la ubre de los animales.
El contagio de la enfermedad se produce por vía respiratoria y oral, a través de las secreciones en el pienso y el agua, así como en los hábitos de olerse y lamerse, aunque también se puede producir por vía intrauterina. El virus se elimina a través de la saliva, las lágrimas, la orina, los excrementos, el semen y las secreciones nasales.
Hoy en día no se recomienda tratamiento alguno para esta enfermedad, por lo que se pasa a sacrificar a los animales contagiados, para evitar que la fiebre aftosa se propague. Por esta razón es importante vacunar a todo el rebaño durante la campaña de vacunación que está en proceso hasta el 15 de diciembre.
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