Según los productores, por segundo año consecutivo, debido a la pandemia de la covid-19, la cosecha de ciruela de huesito, se volvió a varar en la zona oeste del estado Anzoátegui.
El fruto que por más de tres década se convirtió en el sustento de más de 300 productores asentados en Capachal, Pozo Hondo, El Tigre, Cielo Grande, San Antonio, Pueblo Viejo, Pirital, Tocomiche, El Guayabo, Trompillar, El Merey, Pica Pica, La Serranía y La Mascota, se pierde buena parte en los campos porque la lluvia llegó temprano y la otra parte porque no sale a los mercados para su comercialización masiva.
Este año, otra vez, la cosecha de la particular fruta se ha salvado ofreciéndola a quienes transitan por las Troncales 9 y 11. Cada bolsita cuesta un dólar y una cesta o tobo 10 dólares, precio raya porque la producción no fue buena, advierte uno de los vendedores ambulantes.
Dicen que muy poca se aprovecha para la venta del fruto procesado en dulces y otros derivados.
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