Para Carlos Jiménez, director de Fundatun, es necesario que se active la parte industrial del sector pesquero. Manifestó el gremialista que, actualmente hay cantidades de fábricas que están paralizadas y otras intervenidas, ocasionando una disminución importante de los enlatados y harina de pescado, que funcionan como agentes primarios. A su juicio los enlatados son para el consumo humano y la harina, es alimento balanceado para animales.
Además comento Jiménez, que en el proceso industrial, hay especies como la sardina, pepitona y atún, en la que pescadores como la zona de Araya y Cumaná, intervienen y necesitan seguir trabajando.
Finalizo Jiménez, indicando que la caída en el sector ha sido estrepitosa, ya que en 1998 se llegó a producir unas 513 mil toneladas y posteriormente en 2002 se llegó a 600 mil, sin embargo, en los últimos años se empezó a reflejar el desplome. En 2009 la producción llegó a 316.483 toneladas y de las últimas estadísticas que tenemos de la FAO en 2017, se llegaron a 217.600 toneladas.
En este sentido, desestimó las recientes cifras correspondientes al cierre de septiembre ofrecidas por el gobierno, las cuales indicaban que en pesca artesanal fueron 314 mil 90 toneladas.
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