A juicio de Gersy Sánchez productor de papa en el municipio Jáuregui del Táchira, la producción de este rubro ha disminuido notoriamente, ya que en su caso, sembraba 10 hectáreas de papa, ahora solo logro hacerlo con tres o cuatro.
A su juicio los factores que atentan contra la producción del tubérculo son el alto costo de los insumos, la ausencia de semilla certificada, falta de combustible para movilizar las cosechas, y la inexistencia de un respaldo oficial.
Para Sánchez, la crisis que se vive en el país, la falta de insumos y fertilizantes, hicieron salir del mercado a los grandes productores de papa y han disminuido la siembra al mínimo de los que aún persisten. Manifestó que actualmente, a través de unos estudios de costos, constató que una hectárea de papa está alrededor de siete mil dólares; “muy costosa para nosotros, pues para sembrar diez hectáreas de papa se necesitarían 70 mil dólares, que es una cantidad muy grande Por lo tanto, no es fácil”.
Asimismo acoto el
que la última importación de semilla de la variedad “granola”, la que más se consume en el país, se hizo en el 2014, por lo que son siete años sin semilla certificada. Si se compara con los rendimientos en Colombia, con la papa blanca, alrededor de 30 toneladas, y aquí de 8 a 12 toneladas, la desventaja es enorme. “Por eso nos cuesta tanto producir, porque los rendimientos son muy bajos. El año pasado, en el ciclo 2019-2020, cada saco de papa de 60 kilos a puerta de finca salía en 85 mil pesos y lo vendíamos a 80 mil pesos, por debajo del costo, lo que significa una pérdida de trabajo y de capital”.
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