A juicio de Miguel Romero, presidente de APROPATACHIRA, de las 2.000 hectáreas que se sembraban en todo el país ocurrió una disminución del 60% y ahora, tan sólo logran sembrar un 40% por falta de fertilizantes, semillas y combustible para su distribución.
Aseguro Romero, que en la entidad andina, los productores presentan fallas con el combustible y eso incide en la distribución de la papa a todo el país, pese a la situación se mantienen trabajando y esforzándose día tras día para seguir produciendo y garantizar la seguridad agroalimentaria en Venezuela.
Asimismo, el directivo agrícola afirmó, que tienen inconvenientes para conseguir los agroquímicos, debido al cierre de Pequiven no han contado con los insumos en el país y por ende, deben importarlos desde Colombia y eso se ve reflejado en los costos de la producción.
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